El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Chile experimentó una variación mensual negativa en junio de 2024, lo que resultó en descensos de precios en varias divisiones. Además, esta es la primera vez en el año que la UF muestra una caída. Carlos J. García, investigador del CiPP y académico de la Facultad de Economía y Negocios de la UAH, ofrece su perspectiva sobre el impacto del indicador en la economía del país y su visión del panorama económico del país para el segundo semestre de 2024.
En junio de 2024, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó una variación mensual de -0,1%, acumulando 2,4% en el año y 4,2% a doce meses respecto de la serie empalmada del índice.
Desde el Instituto Nacional de Estadística (INE) explicaron que seis de las trece divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias negativas en la variación mensual del índice, seis presentaron incidencias positivas y una división registró nula incidencia.
Entre las divisiones que presentaron descensos en sus precios, destacaron vestuario y calzado (-6,1%) con -0,167 puntos porcentuales, y equipamiento y mantención del hogar (-2,2%), con -0,134 pp. Las restantes divisiones que influyeron negativamente contribuyeron en conjunto con -0,250 pp. Debido a esta variación negativa del IPC, la UF de junio caerá $37,6, la primera baja de lo que va del 2024.
En conversación con el Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas (CiPP) de la Universidad Alberto Hurtado (UAH), el investigador Carlos J. García explicó los efectos de la variación negativa del IPC de junio y reflexionó sobre el panorama económico del país para el segundo semestre de 2024.
¿Cuál es tu primera lectura de la variación negativa del IPC?
Lo más probable es que en los próximos meses tengamos variaciones positivas que se deberían, básicamente, a que siguen subiendo los alimentos y se adicionaría el efecto del aumento del precio de la energía eléctrica. Sin embargo, mi primera lectura sobre la variación negativa del IPC, que se traduce en una menor inflación para el país, es que creo que resulta algo engañosa. Considero que no hay que engañarse con ese análisis positivo de la caída de la inflación, hay que entender que es más bien por efectos puntuales como la reducción de stocks, ofertas y liquidaciones por lo sucedido con el Cyber Monday. Pero descontando esa variable, la inflación todavía está sobre el 4%.
A partir del descongelamiento de las tarifas eléctricas, el Banco Central ajustó su proyección del IPC al 4.2% para finales de 2024. Por lo tanto, ¿cómo proyectas la inflación para julio?
Con el aumento de las cuentas de electricidad deberíamos estar más cerca del 5%. En el fondo, es otro shock de oferta, pero ahora por el lado de la energía. Ahora bien, eso se va a ir diluyendo porque hay una serie de mecanismos en la economía que entran a funcionar. Por lo que probablemente volvamos a estar cerca del 4,5% a finales de año.
El ministro Marcel estimó que el IPC de junio da cuenta de que el efecto del alza de la luz en la inflación es contrarrestado por otros precios. ¿Podrías explicarnos cómo es ese efecto transitorio?
Aquello es por una cosa puntual. Las liquidaciones no van a estar presentes en julio, agosto ni septiembre. En efecto, la luz sí porque es más permanente, pero también hay otros mecanismos. Por ejemplo, que el Banco Central dilate la caída de tasas, lo que genera que los precios de otros productos van a ir compensando un poco el aumento de las tarifas de la energía. Dicho eso, es importante también que la energía tenga efectos sobre la producción. Porque para la industria, el transporte, el comercio, y muchas otras actividades, si no hay energía, no hay nada. Entonces, esto va a tener un efecto de aquí a un año, y también tendrá un efecto negativo sobre el crecimiento que no será menor.
Justamente, los últimos tres IMACEC arrastran bajas proyecciones de crecimiento.
Sí, pero ese es otro fenómeno. Lo explico de esta manera: Chile es un enfermo con varias enfermedades serias. Es decir, que la salud del país no está tan buena y eso se ve, por ejemplo, en la productividad. Entonces, hay una serie de determinantes que explican por qué está creciendo poco el país. La caída del IMACEC en los últimos meses refleja que la economía está dejando la recuperación para entrar a crecer con fluctuaciones, lo que los economistas llamamos como “crecimiento potencial”. Pero el shock del aumento del precio de la energía va a afectar ese crecimiento. Lo más probable es que en los próximos meses estemos por debajo del crecimiento potencial, es decir, por debajo del 2% y no más que eso.
En una entrevista para Emol, indicaste que “si bien el último IMACEC es una cifra desalentadora, no creo que este resultado esté marcado por una nueva tendencia de crecimiento bajo”. En ese sentido, ¿cuál es tu análisis de estos resultados?
La economía del país se ha empezado a ajustar hacia el crecimiento potencial, y se aproxima de forma fluctuante. Pero, en esa entrevista yo no había pensado en el efecto de la energía, pero ese efecto va a exacerbar un poco la desaceleración. Entonces, el economista tradicional dice que los precios deben reflejar los costos alternativos que tienen los recursos. Por lo que, no queda otra que asumir el aumento del precio, de la energía, de la luz. Pero, también aquí hay un tema de crecimiento y de innovación. Es decir, en estos últimos cinco años –en los que se mantuvo la deuda con las empresas de energía- no se hicieron las mejoras en productividad para que no hubiera sido necesario este aumento del precio en la energía.
¿Es decir que hay un desafío en innovación en el desarrollo de políticas públicas?
Sí, porque hay que empezar a pensar en cómo evaluar el impacto de las políticas públicas. Chile necesita seriamente desarrollar metodologías y planes que evalúen el impacto de las políticas públicas en el mediano y largo plazo. De tal manera de poder rankear las políticas públicas y decir “bueno, necesitamos hacer esto”.
Carlos, ¿y lo que hoy se realiza en materia de evaluación de políticas públicas no va en esa dirección?
No. Lo que se hace muchas veces es evaluar el impacto, pero después de implementar las políticas públicas. Lo que necesitamos es hacerlo antes para poder evaluar qué política pública es mejor que otra, o con cuál vamos a crecer más o crecemos menos, o si tendremos mejores efectos distributivos, o en cuál será que los efectos regionales van a ser más fuertes. Necesitamos una visión de futuro en las políticas públicas y para eso necesitamos instrumentos que nos digan cómo llegar a esos objetivos futuros de políticas públicas.
¿A quién le atribuyes la responsabilidad para implementar esa visión de futuro?
La responsabilidad es del gobierno de turno y de sus ministerios, del Ministerio de Hacienda, de Economía. De hecho, Chile tiene que cumplir una serie de requisitos con la OCDE para informar del impacto de las políticas públicas que tiene a cargo el Ministerio de Economía. Desde hace muchos años, o desde siempre, estamos haciendo todo sobre la marcha en la medida que los problemas empiezan a aparecer. Usando la analogía del enfermo, podemos decir que si el enfermo siempre nos llega en malas condiciones, le vamos a estar recetando medicina, pero quizás si lo hubiéramos tenido corriendo, haciendo ejercicio, con una dieta saludable, con menos estrés, este enfermo no tendría necesidad de esta medicina y podríamos estar compitiendo en una maratón con Corea del Sur o Taiwán.
Por último, a fin de mes habrá una nueva reunión del Grupo de Política Monetaria, ¿qué recomendaciones crees que se le hará al Banco Central en su próximo anuncio?
Hasta antes del tema de la energía, los indicios eran ir reduciendo la tasa de interés para llegar rápidamente a un nivel de 5%, que es una tasa de largo plazo. Pero ahora, con este shock adicional de oferta que va a empujar la inflación, está difícil. A pesar de los efectos negativos sobre el crecimiento, al Banco Central lo único que le interesa es bajar la inflación, entonces es difícil que siga bajando tasas. Lo más probable que haga la entidad es que va a pausar la caída de tasas, pero cuando empiecen los efectos sobre la actividad y veamos que el shock de oferta está causando estragos en la actividad económica, quizá ahí el Banco Central comience a bajar tasas, pero eso va a ser en los meses correspondientes del segundo semestre o finales de año, probablemente. Hay que tener en cuenta que una economía sana tiene inflación porque eso indica que hay actividad económica y que hay una presión sobre el sistema productivo.
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