En su primer mes, el gobierno ha mostrado claras dificultades en el manejo de agenda pública, apareciendo más bien reactivos a las problemáticas emergentes
abril 2022
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Ximena Orchard, investigadora CiPP y académica UAH: “En su primer mes, el gobierno ha mostrado claras dificultades en el manejo de agenda pública, apareciendo más bien reactivos a las problemáticas emergentes”.
La búsqueda de un nuevo sello comunicacional
Por equipo CiPP
La forma en que se comunica todo gobierno es clave para generar los apoyos y la legitimidad necesaria en el actual contexto social, es por esto por lo que en la actualidad los mandatarios enfocan la comunicación como un tema estratégico que se transforma en una herramienta clave para garantizar el éxito de toda gestión gubernamental.
La investigadora del Centro interdisciplinar de Políticas Públicas (CiPP) de la UAH y Directora del departamento de Periodismo de esta casa de estudios, Ximena Orchard, fue entrevistada por el equipo CiPP para conocer su visión sobre el desempeño comunicacional que ha mostrado el gobierno en sus primeros días de instalación. La investigadora señala que es evidente que el gobierno y sus nuevas autoridades están aún aclimatándose, ya que hablan desde un lugar muy distinto al que lo hicieron en la última década, y aún están buscando dar con la forma y tono adecuados.
Ximena Orchard, considera que el nuevo gobierno aún está buscando un sello comunicacional claro y enfatiza que “en su primer mes han mostrado claras dificultades en el manejo de agenda pública, apareciendo más bien reactivos a las problemáticas emergentes, y perdieron tiempo en polémicas evitables en torno a actuaciones de la Ministra Siches”.
La académica señala que durante el periodo previo al cambio de mando mantuvieron una comunicación afectiva y basada en marcar rasgos identitarios del nuevo Presidente. No obstante, afirma la periodista, una vez en La Moneda, eso se vuelve insuficiente, y secundario. “Ese sello puede mantenerse, pero debe complementarse con una estrategia más robusta de control de agenda pública, en la cual el gobierno logre instalar temas propios, transmitir mensajes de forma clara y unificada sobre los problemas contingentes, y cerrar flancos de conflicto”.
Para la investigadora del CiPP esta es una tarea tanto política como comunicacional que no son separables y cita los problemas que ha enfrentado la Ministra del Interior, Izkia Siches, “el gran aprendizaje es que el costo de errores no forzados es sumamente alto y, para el gobierno, significan perder el control de la agenda pública por muchos días”.
En estos primeros días del gobierno, destaca la periodista, hemos visto que hay una decisión de dar mayor protagonismo a los/las ministros/as y más bien hay una idea de replegar al primer mandatario. “Esto es comunicación política donde se busca proteger a las máximas autoridades, en este caso el Presidente, reservándose para las apariciones menos conflictivas, y que sean autoridades de menor rango como, por ejemplo, los ministros o subsecretarios, quienes arriesguen más capital político frente a temas complejos”.
Sin embargo, para la investigadora del CiPP esa estrategia tiene límites y cree que el gobierno para mostrar capacidad de conducción debe estar apoyado comunicacionalmente con el liderazgo del Presidente que hasta ahora muestra un correcto manejo comunicacional y claridad para transmitir las prioridades de su gobierno.
Las redes sociales como instrumento de comunicación
En estas semanas de instalación del gobierno muchas de las reacciones ante las primeras crisis han sido a través de las redes sociales y tanto el Presidente Gabriel Boric, como su círculo más cercano se han caracterizado por hacer varias declaraciones a través de las redes sociales. Para la académica es necesario realizar cambios “ya que las cuentas de redes sociales del Presidente, la Ministra Vocera de Gobierno o la Ministra del Interior no son hoy, ni pueden ser lo que eran hace un año atrás”.
La especialista destaca que el desafío que se tiene en este frente es mantener la posición de autoridad intentando retener algunos de los elementos de cercanía que los caracterizaron en el pasado. Y evitar asumir el sesgo de Twitter como perspectiva única para monitorear la opinión pública.
En la actualidad existe un plan de monitoreo permanente de las redes sociales por parte del gobierno aunque muchos analistas sostienen que el riesgo de una política comunicacional centrada en los medios digitales dejan fuera a muchos ciudadanos que todavía se informan a través de la televisión, diarios de papel y radios.