Ximena Orchard, investigadora CiPP y académica UAH sobre el manejo comunicacional del presidente electo: Bajo perfil hasta que se entre a la Moneda.
La investigadora CiPP y académica UAH, Ximena Orchard fue entrevistada por el equipo CiPP para conocer su visión y análisis de lo que ha sido, hasta ahora, el diseño comunicacional del presidente electo Gabriel Boric. Conoce aquí sus opiniones.
El manejo comunicacional del presidente electo, Gabriel Boric, es de bajo perfil y ha sido exitoso en la medida de que no se han visto grandes desalineamientos públicos con relación a los dirigentes de su coalición. Así lo cree Ximena Orchard, investigadora del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas (CIPP) de la Universidad Alberto Hurtado. “En general se han alineado bastante detrás de este diseño de mantener un bajo perfil, dejar las vocerías al mismo Boric y su equipo inmediato, y eso ha permitido mantener percepciones públicas bastante positivas en torno a la figura del presidente electo” agrega la periodista.
También destaca que se han aprovechado todas las oportunidades comunicacionales que refuerzan esa mirada como son las muestras espontáneas de cariño y de aprecio hacia su figura. “Son muchas las apariciones que se han visto de gente que llega hasta La Moneda chica a entregar cosas, regalos, en fin, encuentros con algunas personas que se han hecho públicos, o se han destacado en las redes sociales del nuevo gobierno. Esto refuerza la idea de cercanía y afectividad como atributos del presidente electo” argumenta la docente.
La directora del Departamento de Periodismo de la Universidad Alberto Hurtado cree que este diseño tiene sentido en la medida que Boric todavía no tiene capacidad efectiva de tomar decisiones ejecutivas. De esta manera, se protege de ser emplazado a pronunciarse permanentemente respecto de temas de la contingencia que todavía están dentro de la agenda de trabajo ejecutivo y comunicacional del gobierno actual que está de salida, comenta Orchard. “Hasta ahora, su primera decisión relevante es el diseño del nuevo gabinete, el que se hizo en una presentación donde se privilegió un tono afectivo y se puso en valor la diversidad del grupo de profesionales escogidos. Previo a ello, ha estado más bien protegido de potenciales flancos de crítica y es esperable que intente mantener esa línea hasta el 11 de marzo próximo” afirma la docente.
Si bien, las percepciones públicas hacia Gabriel Boric siguen siendo principalmente positivas, esto hay que ponerlo en su justa medida, dice Orchard. “En general, todos los presidentes electos inician sus períodos con percepciones públicas bastante buenas y la pregunta es ¿Cuánto dura eso? ¿Cuándo comienza a tensionarse? y ¿Cuánto cae el apoyo público? La curva normal de apoyo público a las figuras presidenciales es justamente empezar arriba y bajar, en algunos casos hasta muy abajo, como hemos visto en el último gobierno. Luego suele haber algún tipo de recuperación hacia el final del período”, sostiene la investigadora.
“El hecho de que el presidente electo tenga un buen nivel de aprobación actual, si bien es positivo para su gestión, obviamente tendrá que intentar extenderlo lo más posible. Es esperable que aquello se modifique con el transcurso de los meses y en la medida que Boric empiece a tomar decisiones que obviamente, algunas de ellas, van a contar con oposición”, puntualiza Orchard.
La mayoría de los gobiernos comienzan con niveles de apoyo altos que después se van desgastando, eso es lo natural. Además, agrega la periodista, los niveles de apoyo y las percepciones positivas hacia la figura del presidente electo que se muestran hoy en algunos sondeos de opinión que circulan, no son mayores que las que comparativamente tenían en los inicios de los gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera. “Está dentro de los esperable, incluso algunos de ellos partieron con percepciones más altas al inicio de su período, por lo tanto, eso más bien habla de la curva normal de un gobierno que acaba de ser electo por mayoría democrática”, argumenta la docente.
También piensa que en parte esta estrategia del bajo perfil ha funcionado en la medida que se observa cierto “fair play” en el mundo político y económico hacia la figura del presidente electo. “Tanto Boric como su círculo no han sido controversiales respecto a la actual administración, fair play que también se ha dado en el sentido opuesto”, plantea Orchard. Sin embargo, advierte que esta suerte de “fair play” en la arena política y económica se va a poner a prueba realmente cuando Gabriel Boric inicie su mandato como presidente.