![](https://cippuahurtado.cl/wp-content/uploads/2022/07/populismo.png)
¿Es Chile un País Populista?
“A nivel global los populismos han crecido fuertemente en los últimos años”. Así lo advierte Eduardo Saavedra, director académico del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas, (CiPP) de la Universidad Alberto Hurtado en su artículo ¿Es Chile un país populista?, publicado en la revista Observatorio Económico N° 166 de la Facultad de Economía y Negocios de la UAH.
El investigador se refiere a los tipos de populismo, y señala que una manera de clasificarlos es según si estos son más de naturaleza institucional o socioeconómica. Bajo este parámetro, señala las categorías que han estado más presentes en América Latina.
El primero, que denomina anti-establishment, se relaciona con líderes carismáticos que legitiman su autoridad desde “el pueblo” o “las personas” mostrándose como enemigos de las élites de la sociedad. Ejemplos de este tipo serían gobiernos como los de Bucaram en Ecuador, Caldera en Venezuela y Fujimori en Perú a fines de los años 90s, y el de Bukele en El Salvador en la actualidad.
Luego señala el populismo cultural donde se ubican aquellos gobiernos que enfatizan el patriotismo y buscan proteger y dar beneficios prioritarios a ciertos grupos de la sociedad. Aquí los enemigos son los inmigrantes o las minorías étnicas, religiosas o culturales. “Ejemplos de estos liderazgos son el surgimiento de movimientos fascistas en Europa un siglo atrás y también en la actualidad en Europa del Este, señala Saavedra. En latinoamérica, menciona a Bolsonaro en Brasil y en Chile a las propuestas del ex candidato Kast y su partido Republicano.
En todo caso, afirma que “los populismos, cualquiera sea su tipo, socaban la institucionalidad político-económica de los países, siendo más evidente en la medida que estos grupos acceden al gobierno”.
Para Eduardo Saavedra, desde una mirada estrecha de economista se entiende un gobierno populista como aquel que realiza políticas, sobre todo redistributivas, sin apego a los equilibrios macroeconómicos. Buscan mayor bienestar para la clase trabajadora y sus enemigos son ahora los dueños del capital, las grandes empresas, sobre todo las transnacionales e incluso los organismos internacionales.
El director académico del CiPP, sostiene que cuando un país enfrenta mayores niveles de corrupción se socava la credibilidad de las instituciones públicas, “como resulta evidente de observar que los escándalos del financiamiento ilegal de la política chilena indicarían una mayor corrupción en el poder ejecutivo y legislativo”. Estas situaciones son un caldo de cultivo para los populismos anti-establishment.
El populismo cultural, comenta Saavedra, incuba líderes autoritarios, “los que al ejercer su poder afectan tanto la certeza jurídica como la posibilidad de los ciudadanos de expresar su derecho a voz y el accountability o rendición de cuentas de sus líderes”.
En el plano de la debilidad económica, dice el académico, “esta se acrecienta conforme avanza el populismo socioeconómico, lo que se traduce en un tamaño del Estado más grande que sustente su programa de políticas redistributivas”.
Para responder a la pregunta ¿Es Chile un país populista?, el investigador recurre a los indicadores de gobernabilidad del Banco Mundial. “Chile es un país con bajos niveles de populismo institucional a pesar de la tendencia preocupante que muestra desde 2014”, destaca Saavedra. Si excluimos los años 2020 y 2021, por el sesgo que lleva la entrega de importantes recursos para paliar la pandemia del Covid-19, “se observa un leve, aunque sostenido aumento del tamaño del Estado, medido tanto por la mayor importancia del gasto del gobierno central como porcentaje del PIB, así como los subsidios que éste entrega como porcentaje del total de gastos”, comenta Eduardo Saavedra.
Puedes leer el artículo en el siguiente enlace.