Estudio levantó evidencia y buenas prácticas empresariales en la gestión del aprendizaje de calidad en América Latina
noviembre 2022
Estudio levantó evidencia y buenas prácticas empresariales en la gestión del aprendizaje de calidad en América Latina
En el estudio se dieron a conocer elementos centrales para mejorar el involucramiento de las empresas en las experiencias de aprendizaje de calidad o formación dual en países como México, Colombia, Costa Rica, Chile y Perú, donde, con distintos grados y particularidades, se aplica este modelo con una valoración positiva por parte de las empresas que las implementan.
Estos planteamientos se realizaron en el Seminario virtual realizado el jueves 20 de octubre donde se dieron a conocer los resultados del estudio “Aprendizaje de Calidad: Generación de evidencia y relevamiento de buenas prácticas empresariales en la gestión del aprendizaje de calidad en América Latina”, que fue desarrollado en cinco países de la región (Chile, Colombia, México, Costa Rica y Perú) a través de una alianza entre el programa Eurosocial+, el Centro Interamericano de Formación Profesional OIT/Cinterfor y el Instituto Federal de Formación Profesional (BIBB) de Alemania.
En cada país trabajó un equipo de consultores, siendo el Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas de la Universidad Alberto Hurtado, CiPP responsable de la ejecución de los estudios en Colombia y Chile y con posterioridad de la redacción del Documento síntesis de los principales hallazgos y recomendaciones de los cinco estudios de caso, que fue presentado y comentado en el seminario.
El estudio parte del diagnóstico de que el empleo juvenil es una asignatura pendiente para los países de América Latina. Las tasas de desempleo juvenil superan a las de desempleo adulto y esta situación se agudiza en mujeres jóvenes, en jóvenes que no terminaron la escuela o que no logran certificación profesional y, también, en aquellos colectivos que viven en zonas rurales o pertenecen a minorías.
Por otra parte, existe consenso y evidencia sobre que, a mejor cualificación profesional, las oportunidades de las y los jóvenes para obtener un primer empleo, aumentan. A la vez, el que una sociedad cuente con trabajadores y trabajadoras cualificadas, hace que la competitividad de las empresas aumente, contribuyendo al desarrollo económico y beneficios para todos/as.
La pregunta clave aquí es, entonces, ¿qué tipo de aprendizaje se debe impulsar en las políticas de juventud, formación profesional y empleo para hacer efectivo el acceso, y permanencia en empleos de calidad en la población joven? La trayectoria en la formación profesional de los países de la región, así como las prácticas de países europeos al respecto, señalan, como clave de éxito, la vinculación con el entorno y con las empresas.
Por ello, el estudio se planteó como objetivo profundizar en la implicación de las empresas en el aprendizaje de calidad en algunos países de la región para, a modo de estado del arte, contar con información contrastada sobre cómo aumentar y mejorar, significativamente, su compromiso con la formación de las y los jóvenes. Sin las empresas, toda estrategia para favorecer el empleo juvenil tendría efectos muy limitados o residuales.
La exposición del CiPP estuvo a cargo de Ximena Concha, directora ejecutiva del CiPP y de Mario Velásquez, consultor, quienes dieron a conocer los principales hallazgos de los cinco estudios de países y las recomendaciones que se realizan a objeto de potenciar el involucramiento del sector empresarial en este tipo de experiencias de aprendizaje de calidad.
A modo de introducción, Mario Velásquez, explica que los estudios de países consideraron 86 entrevistas semi estructuradas a empresas y organizaciones representativas, tales como cámaras o federaciones empresariales, asociaciones u organizaciones nacionales de empresas o redes; organismos públicos y operadores de formación profesional en su relación con las empresas.
Sobre el concepto de aprendizaje de calidad señaló que “hace referencia a un sistema que integra experiencia formativa y experiencia en un trabajo formal remunerado, de manera alternada, lo que hace posible que estudiantes de todos los ámbitos sociales puedan adquirir los conocimientos, habilidades y competencias que requieren para desempeñar una ocupación específica”. Por su parte, la formación dual “es la forma más extendida de esta modalidad, en la que el centro educativo y la empresa se corresponsabilizan de la formación de el y la aprendiz”.
Junto con enumerar elementos claves para la OIT respecto al marco que se debe observar en la implementación de este sistema (diálogo significativo; marco normativo; funciones y responsabilidades claras; mecanismos de financiamiento; adecuación de los programas a las necesidades de la empresa; y la inclusión de grupos vulnerables), el experto sostuvo que los esquemas duales permiten que las empresas se comprometan en la formación de un estudiante.
“Se observan diversidades entre los países. Pero una particularidad es que el modelo se focaliza en estudiantes de entidades educativas técnicas de nivel medio y tiende a predominar la definición de los contenidos de la formación considerando las necesidades que formulen las empresas, antes que un estándar común, y ello responde a la necesidad de asegurar la pertinencia de la formación respecto de las necesidades de habilidades y competencias demandadas por el mercado”, subrayó Velásquez.
También se aplican criterios diversos para la selección de los aprendices, lo que modifica el perfil de los participantes, se adoptan modalidades diferentes para formalizar la relación del aprendiz con la empresa, incluyendo la remuneración y la inclusión del maestro guía, entre otros.
De todas formas, subrayó Velásquez que “la aplicación de estas experiencias están en un contexto histórico y cultural que son distintos, de manera que las respuestas a esas realidades también son distintas”.
Por su parte, Ximena Concha, directora ejecutiva del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas de la UAH, dio a conocer las conclusiones respecto de la investigación, la que arrojó 12 medidas que deberían ser observadas para fortalecer y ampliar la participación de las empresas, de diversos tamaños y sectores, en los programas de formación dual en los países, las que se estima tienen validez general para este tipo de programas en países de América Latina.
La reflexión más general que surge del estudio, señaló Ximena Concha, es que “el aprendizaje de calidad no está extendido en el sistema de formación profesional en los países analizados, las experiencias más exitosas se dan en el marco de la Formación Dual de la mano de grandes empresas, cámaras empresariales y la cooperación alemana. Pero aún son residuales y benefician a un número limitado de estudiantes de formación técnica profesional”.
En este sentido, la directora ejecutiva del CiPP precisó que las empresas que conocen y aplican este tipo de sistemas duales tienen una alta valoración de estos programas, en particular, “el impacto social en los estudiantes, porque provienen principalmente de sectores pobres y más desfavorecidos, y les permite mejorar sus habilidades blandas y en general su preparación al mercado laboral”.
“Se valoran sobre todo los esquemas que permitan relaciones de largo plazo con los estudiantes, más que aquellas que tienen corta duración. Y también hay una altísima valoración del contenido social, de responsabilidad social que estas empresas permiten en tanto brindan alternativas de inserción laboral productiva a jóvenes en situación vulnerable”, señaló la directora.
Otro de los mecanismos que se verifican es que las empresas resuelven desafíos de contratación que son importantes, atrayendo mano de obra calificada y comprometida.
Entre los elementos a superar, Concha apuntó a fortalecer las redes de actores que integran estos sistemas de educación dual, además de comunicar la existencia de estos procesos entre las empresas para que cuenten con estos modelos y se logre masificarlos.
Por otra parte, sostuvo que se deben superar desafíos en materia de clarificar el rol que le corresponde a cada actor del sistema, así como generar indicadores que permitan medir el impacto en la formación de mano de obra calificada, tal como existe en otros países, entre ellos Alemania donde está ampliamente extendido.
“Un aspecto importante es que en la mayoría de las experiencias analizadas, la presencia del mundo sindical y su participación es bastante baja. Y sabemos que los sindicatos son actores importantísimos dentro de la gobernanza del modelo dual que miramos en Europa, pero también son un actor muy importante en el desarrollo de la formación profesional en nuestra región. Aquí se identifica como un punto necesario de seguir fortaleciendo”, valoró también la directora del CIPP.
Otro punto que destacó fue la necesidad de adecuar el currículo de los programas de formación dual a los requerimientos del mercado laboral, “de manera de alentar una mayor participación de las empresas en tanto se reconozca la pertinencia de los programas formativos a las necesidades específicas de las empresas”.
El encuentro fue inaugurado por Anne Posthuma. Directora de OIT/Cinterfor y cerró con un panel final que reflexionó en torno a la transformación de la formación profesional y el potencial del aprendizaje de calidad y la formación dual, donde expusieron Francesco Chiodi, coordinador de políticas sociales del programa EUROsociAL+, Gonzalo Graña. Oficial de Programas de OIT/Cinterfor e Ilona Medrikat. Directora de proyectos internacionales del BIBB (Instituto Federal de Formación Profesional de Alemania).
El documento síntesis se encuentra disponible en: https://eurosocial.eu/biblioteca/doc/buenas-practicas-empresariales-en-la-gestion-del-aprendizaje-de-calidad-en-america-latina/.