El desafío de los problemas perversos

junio 2023

El desafío de los problemas perversos

“Una de las dificultades por las que un gobierno no se puede concentrar únicamente en lo que la literatura sobre políticas públicas denomina como “problemas perversos” (la delincuencia cae en esa categoría), es que son problemas para los que, con mucha suerte, solo se pueden entregar soluciones parciales o, en la mayoría de los casos, la “sensación de estar siendo resueltos”. Es la reflexión de Ignacio Cienfuegos Spikin, investigador del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas, CiPP, de la Universidad Alberto Hurtado, luego de las polémicas declaraciones de la presidenta del Partido por la Democracia (PPD) Natalia Piergentili, “quien atribuyó como razón fundamental del estancamiento en las bases de apoyo hacia la coalición de gobierno a una retórica política de seguir hablándole ‘a los monos peludos, al 30% que tienes, a les compañeres’”.

El académico del Departamento de Política y Gobierno de nuestra casa de estudios, en una columna de opinión titulada “Monos peludos y problemas perversos” publicada en el diario electrónico El Mostrador, comentó que esta situación tensionó aún más la relación de los partidos del oficialismo y, en particular, a las denominadas “dos almas”.

De esta manera, explica Cienfuegos, “y a partir de la interpretación de un supuesto sentido común que reflejarían las encuestas de opinión y sobre todo los últimos resultados electorales, habría que terminar de “enterrar” la agenda identitaria con la que habría llegado el Gobierno a La Moneda, centrándose más decididamente en los problemas que “realmente le importan a la gente”, a saber: la delincuencia”.

Ante esto, el académico señala que es racional que un gobierno busque conectarse con estas supuestas prioridades llevando a la agenda estos problemas en desmedro de las propias y legítimas convicciones.

Ignacio Cienfuegos explica que los llamados “problemas perversos”, tendrían múltiples causas y a veces incluso efectos inciertos cuando se abordan, por lo que su solución definitiva “se pudiera concretar, siendo optimistas (si se toman decisiones que apunten a sus causas), más bien en el largo plazo, cuando el Gobierno en ejercicio ya no está en el poder”, llevando a los gobiernos a intentar construir otros problemas igualmente relevantes que debieran ser considerados.

“Con todo, los gobiernos y en especial los gobernantes, a través de la persuasión (…), deben construir retóricas y mostrar evidencia que dé cuenta no solo de cómo están poniendo el máximo esfuerzo en resolver (aunque sea parcialmente) los problemas (perversos), sino también intentar “construir” problemas, es decir: argumentar y persuadir sobre otros problemas igualmente relevantes que debieran ser considerados”, concluye Cienfuegos.

En el siguiente link podrás acceder a la columna de opinión.