Humberto Borges: “Necesitamos un pacto tributario y social, donde no sólo se beneficien algunos sectores”
abril 2024
En una columna de opinión publicada en Cooperativa, Humberto Borges, investigador CiPP y Director del Diplomado en Gestión Tributaria de la Facultad de Economía y Negocios UAH, analiza las leyes tributarias y su impacto y molestia en la clase media.
“Debemos recordar que la clase media siempre paga los impuestos y que generalmente es recordada para sólo cobrarle más impuestos y para las elecciones. Es molesto invitar a una fiesta, costearla, y luego además limpiar el lugar: eso siente la clase media”, así se refiere el investigador del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas (CiPP) de la Universidad Alberto Hurtado (UAH) y académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de esta misma casa de estudios, Humberto Borges, en una columna publicada en Cooperativa, donde analiza la actual regulación tributaria y su impacto y molestia en la clase media del país.
Borges utiliza la pirámide de Maslow -jerarquía de las necesidades humanas- para dar cuenta de cómo la clase media chilena ha sido afectada en diferentes aspectos debido a las políticas tributarias y sociales. “En Chile, por años era fácil clasificar los estratos en las distintas clases, principalmente en el caso de la clase media, que se dividía en 5 grupos, dejando en el C1 -la que se encontraba más cerca del reconocimiento- y el C5 al grupo relacionado con la seguridad”, señala el académico. En la misma línea, añade que “lo bueno de ese Chile era que la gran clase media empezaba a moverse dentro de su propia estructura, logrando asegurar el bienestar a sus próximas generaciones, principalmente mediante el estudio y logros académicos. Pero todo eso se terminó. Podemos asociar lo antes explicado con los tributos”.
El investigador del CiPP señala que la tabla de impuesto clasifica a la clase media con el grupo de ingresos mensuales entre $1.900.000 y $5.900.000; sector que es el menos beneficiado por el Estado. “Al disminuir la calidad de la educación pública, este grupo se educa en colegios particulares y subvencionados; además, por adquirir una vivienda propia son menores los beneficios y más alto el precio, o es más difícil lograr viviendas en el lugar necesario para su estilo de vida. Por último, la promesa de educación superior gratuita y universal no se cumplió, dejando fuera a este grupo”. Todos síntomas de estancamiento y crecimiento económico escaso, según el propio autor.
Borges señala que su visión tributaria consiste en cobrar impuestos a los evasores y a los tramos de mayores ingresos (sobre $7.800.000). De igual forma, repasa la anterior propuesta de reforma tributaria, en la cual se proponía aumentar los impuestos a quienes tuvieran ingresos sobre los $3.200.000: “La idea de cobrar más impuestos a la clase media debe ser realizada después de ofrecer a este sector mejor calidad de vida en el país. Observemos que esta es la clase que se la juega sola por una mejor calidad de la educación y su salud, pagándola, y se ve menos segura de proteger a su familia y no recibe más beneficios. Tema que, al parecer, fue entendido por el ministro Marcel, ya que cambió su propuesta para aumentar los impuestos desde los $4.500.000”.
El académico de la FEN-UAH argumenta que su visión no es egoísta, sino que es una forma de pagar impuestos y que todos se beneficien: invirtiendo más en educación y mejorando la calidad de los futuros profesionales; de la calidad de la atención en salud y la calidad de la sociedad en general, con énfasis en la clase media.
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