Al bajar el impuesto a estos productos, eso influirá en la recaudación del Estado, y ese es el problema porque Chile focaliza en el IVA gran parte de su recaudación, lo que perjudica a los más pobres
mayo 2022
¿Reducir o eliminar el IVA a la canasta básica?
por equipo CiPP
Una de las opciones que han surgido para hacer frente a la fuerte inflación que vive el país y el alto costo de la vida, es establecer una canasta básica protegida reduciendo o eliminando el impuesto al valor agregado (IVA) de estos productos.
En una entrevista realizada por el CiPP el académico de la Universidad Alberto Hurtado, Humberto Borges, señaló que esta es una decisión incorrecta porque disminuirá los recursos del Estado. “Es necesario diferenciar un grupo de productos… eso sería mejor”.
Es una mala política reducir el IVA a toda la canasta básica, argumenta el especialista, porque al no identificar determinados productos se deja la ventana abierta a la evasión a lo que se suma que es más difícil de fiscalizar que realmente los precios bajen.
El investigador del CiPP, señala que existen muchas críticas al IVA, porque es un impuesto regresivo, es decir, daña a las personas con menos recursos, pero recalca que es también una fuente de gran recaudación para el Estado. “Existen datos de la OCDE que muestran que el IVA entrega cerca del 40 % de los ingresos estatales”. Humberto Borges, destaca que el IVA al poseer una tasa fija permite no tener costos adicionales en fiscalizaciones y evita errores, razón por la que a gobiernos de distintos signos políticos les acomoda este tipo de impuesto.
“Al bajar el impuesto a estos productos influirá en la recaudación del Estado y ese es el problema porque Chile focaliza en el IVA gran parte de su recaudación, lo que perjudica a los más pobres”.
El investigador del CiPP, puntualiza, que se puede hacer una rebaja de tasa de impuesto en algunos productos como, por ejemplo, a los alimentos que tengan un componente de beneficios para una dieta saludable. “Si se concentra (la rebaja) en productos de salud, no discrimina y apoya a los pobres y a la clase media. Por el contrario, al disminuir la tasa en forma general, puede favorecer la compra de cosas que no son tan necesarias y facilitar a los grupos de mayores ingresos a adquirir una gran cantidad de productos a un costo menor”.
En varios países de Europa se aplica una política de disminución del IVA en los productos de primera necesidad, salud y educación. “Las tasas más altas se cobran a los productos que no son de primera necesidad”, señala Humberto Borges.
Un ejemplo de esta política es España que cobra entre un 4% y 5% de IVA a los productos alimenticios, aumentando la tasa en otros productos hasta llegar al 21%, aplicando la tasa mayor a aquellos que contaminan o generan enfermedades, lo que trae como consecuencia un mayor gasto fiscal, en gastos de salud.