Derecho a sala cuna: una deuda que sigue pendiente
“Cuando una empresa sabe que tiene la obligación de otorgar sala cuna a sus trabajadoras, a partir de contratar la número 20, pensará muy bien si le resulta rentable llegar o no a ese número de mujeres”, así lo explicó la investigadora del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas (CiPP) de la UAH, Ana María Fernández, en el reportaje publicado por la revista RH Management titulado “Sala cuna, ¿un beneficio, un deber ético o un derecho?”, donde se aborda si las nuevas modificaciones a la Ley de Sala Cuna son suficientes y se compara la realidad chilena con la del contexto internacional.
La académica de la Facultad de Economía y Negocios de la UAH, quien fue entrevistada por la Revista al igual que otras expertas y expertos, señala que el programa “Chile crece contigo” instalado en Chile el 2006 para proteger a la infancia y las familias no ha logrado su objetivo, ya que muchas mujeres han tenido que acudir a cuidadoras informales para que se encarguen de sus hijos e hijas mientras trabajan, lo que demuestra que nuestro país está muy lejos de los estándares mínimos y de la realidad de los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). “En España, la edad de escolarización es a partir de los 3 años. En Islandia la fuerza laboral femenina ronda el 50% y existe una licencia postnatal de nueve meses (tres exclusivos de la madre, tres exclusivos del padre y otros tres que se pueden dividir entre ambos progenitores)”, explicó la especialista.
El reportaje señala que en Chile las labores domésticas están, en gran parte, destinadas al correcto cuidado de los niños, y que no se comparten. Tampoco hay corresponsabilidad respecto al financiamiento del derecho a sala cuna, ya que el pago de esta garantía está asociado al contrato de las trabajadoras mujeres, y nada dicen las innovaciones sobre la responsabilidad del otro progenitor.
Ana María Fernández, quien es académica de la Facultad de Economía y Negocios de la UAH, destaca los modelos usados en otros países en esta materia enfatizando que han establecido un marco jurídico que protege la infancia y la posibilidad de las mujeres de poder trabajar. “En Uruguay cuidan y orientan la estimulación psicomotriz de niños de 0 a 24 meses y posteriormente otorgan atención diaria de cuatro horas para los niños de 2 y 3 años. Para los niños de 4 a 5 años están los jardines infantiles y escuelas públicas y algunos privados autorizados, con educación obligatoria. Por otro lado, hace una década aprobaron la posibilidad de que, una vez terminada la licencia postnatal maternal, el padre o la madre puedan reducir la jornada laboral a media, para dedicarse al cuidado del menor hasta los 6 meses, a cargo del sistema de seguridad social”, afirmó la investigadora del CiPP.
Los expertos coinciden en que Chile debería tomar ejemplos de países vanguardistas en esta materia y hacer el esfuerzo por replicar estos modelos como el caso de Canadá y Suecia que han avanzado en temas de horarios de tope de las actividades laborales para que las madres o padres puedan coincidir con la agenda de retiro de sus hijos en los colegios.
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