Nicolás Fleet sobre el caso de Marcela Cubillos: “se trata de una contratación política”
octubre 2024
Nicolás Fleet aborda en una columna de opinión publicada en El Mostrador el caso de Marcela Cubillos y la cuantiosa cifra que recibió como remuneración en la Universidad del Desarrollo, señalando que se trata de una contratación política.
En una columna publicada en El Mostrador, el investigador del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas (CiPP) y académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Alberto Hurtado (UAH) e , Nicolás Fleet, examinó el controvertido caso de los 17 millones mensuales que recibió como remuneración en la Universidad San Sebastián, la ex ministra de educación y actual candidata a alcaldesa por la comuna de Las Condes, Marcela Cubillos. El académico plantea interrogantes sobre la ética y la transparencia en la política chilena y es taxativo en señalar que estamos en presencia de una contratación política y no, como ha querido instalar la defensa de Cubillos, de una cuestión de libertad de trabajo, de mercado o de enseñanza.
“Este caso no se trata de libertad comercial, de trabajo o libertad educativa, porque si así fuera se le pagaría a Cubillos un sueldo de mercado. Se trata de una contratación política, que obedece entonces a una decisión estratégica de esa universidad para posicionarse en el ámbito político o del Estado, seguramente con el propósito de obtener recursos de las redes políticas con las que se vincula”.
Sobre la autonomía de las universidades para, una vez acreditadas, acceder a fondos públicos para el financiamiento de la educación superior, el investigador del CiPP señala que es necesario discutir sobre las condiciones en que la educación cumple un fin público y cómo se asignan recursos públicos “más allá de la propiedad de la institución”.
En ese marco, Nicolás Fleet se pregunta si la política de remuneraciones “clara y transparente” que fue declarada por la Universidad San Sebastián en su última resolución de acreditación se corresponde con los fines públicos de la educación o es, en los hechos, una especie de lucro. “ … No obstante, una política de contratación y remuneraciones que se aparta de los fines académicos, para hacer cuantiosos e injustos pagos políticos, evidentemente que no es pública ni conocida, sino que opera de manera oculta y corrupta”, asegura el académico.
Por último, el académico plantea que es importante no retroceder en los avances en materia de calidad de la educación superior que se han alcanzado en las últimas décadas en Chile, señalando que “al menos no es aceptable que, invocando libertad o autonomía, una universidad se aparte de su misión y abuse de la confianza y recursos públicos”.
Te invitamos a leer la columna completa en El Mostrador aquí.