Chile debería mirar a Uruguay donde se han hecho cargo de niños, niñas, y jóvenes en situación de exclusión escolar

noviembre 2021

Cristóbal Madero, investigador CiPP y académico UAH, “Chile debería mirar a Uruguay donde se han hecho cargo de niños, niñas, y jóvenes en situación de exclusión escolar”.

Entrevistamos a Cristóbal Madero, investigador del CiPP para conocer su visión sobre los desafíos de Chile en materia de exclusión escolar y nos habló de cómo la experiencia de Uruguay entrega importantes lecciones que nuestro país debería observar. Conoce aquí sus opiniones.

El sistema educativo uruguayo es uno de los más avanzados y exitosos de toda América Latina y el Caribe. Esto se refleja, entre otros aspectos, en que posee uno de los índices de alfabetización más altos de toda la región y donde han implementado un sistema de protección a las trayectorias educativas.

El investigador del Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas de la Universidad Alberto Hurtado (CIPP), Cristóbal Madero, señala que es un modelo que Chile debería observar ya que Uruguay ha entendido muy bien el fenómeno de la exclusión escolar. Para ello creó un sistema coordinado de dispositivos y servicios enfocados a terminar con esta situación que afecta principalmente a los más vulnerables socioeconómicamente y pertenecientes a grupos históricamente excluidos.

Uruguay posee un sistema articulado para enfrentar el abandono escolar a diferencia del nuestro que tiene una serie de mecanismos para abordar dimensiones de la exclusión escolar pero que actúan en forma separada. “Tenemos varios instrumentos como el Programa de Apoyo a la Retención Escolar por el cual los colegios reciben recursos por el número de alumnos que permanecen en primero medio, hay algunas escuelas que no son muchas y que funcionan como un lugar de reingreso escolar, contamos con un sistema de alerta temprana en los establecimientos públicos, pero no tenemos un sistema”, enfatiza Madero.

Otra de las novedades que tiene el sistema educativo uruguayo es el acceso a la tecnología gracias al Plan Ceibal que permite que todos los/las niños/as que ingresan al sistema educativo reciban un computador y la totalidad de los colegios del país cuentan con acceso gratuito a Internet. Lo que lo convierte en el país con mayor cantidad de centros educativos conectados a la red con la más alta expansión de la banda ancha en la educación y el único territorio con una computadora por alumno.

En Chile las cifras son muy diferentes a las uruguayas. El año pasado existían más de 186 mil menores y jóvenes, de entre 5 y 21 años, que dejaron el sistema escolar.  Las comunas con mayor deserción son Antofagasta (1.120 alumnos), Maipú (1.031) y Santiago (1.003) En tanto, en 2020 se registraron 45.601 casos y en 2019 fueron 40.408 los niños y jóvenes que el sistema escolar no logró retener.

También el tema digital y el acceso a la red en nuestro país es completamente opuesto a la realidad uruguaya. En Chile uno de cada tres colegios tiene internet y algunos ni siquiera cuentan con computadores para sus estudiantes

En nuestro país, afirma Madero, hay múltiples factores que determinan que un estudiante esté excluido del sistema escolar. Su situación económica familiar, el nivel educacional de los padres, el valor que la familia le otorga a la educación, etc. También, señala el especialista, hay elementos asociados a la deserción escolar como la repitencia y el ausentismo. “Se van atrasando y la edad no corresponde con el curso en el que están, lo que los lleva a desmotivarse y a dejar la escuela”, afirma el académico.

Cristóbal Madero, cree que es urgente potenciar la educación pública y considera que esta es una labor esencial del Estado destacando que el sistema educativo chileno, que, si bien tiene una adecuada cobertura, necesita mejorar en calidad. El investigador declara que ningún país que alcanzó el desarrollo lo logró sin contar con una educación pública potente y de gran nivel. “No solo es una estructura nueva donde la educación ya no está en manos de las municipalidades, sino que debemos darle un sentido nuevo de lo que significa para el Estado asumir el rol fundamental que es educar a la ciudadanía. Las y los docentes son el agente clave en la resignificación de este rol.”, destaca el especialista.